martes, 26 de noviembre de 2013

Las vacaciones de la Pepis parisina

Queridas lectoras y queridos lectores... sí, lo sé, hace más de un mes que no escribo, y me ha llamado mi editor echándome la bronca, diciéndome que mis fans japoneses estaban ya al borde del suicidio por mi falta de noticias (cómo son estos asiáticos...), pero no os preocupéis, ¡he vuelto!

Y ahora viene lo terrible... ¿qué ha pasado en mi ausencia? (Música de terror: chanannn)


Justo la semana después de la última entrada del blog, recibí una visita importantísima... papá y mamá! Y no digo que fuera importante porque eran ellos, qué va, lo importante es que traían turrón, bolitas de coco, hojaldrinas, lomo y sobre todo... JAMÓN. Todos los elementos indispensables para cualquier español que está fuera de su país. No os creáis que estas exquisiteces han durado demasiado, todavía lloro cuando abro la nevera y veo que un triste plastiquito de jamón me mira con ojos de "cómeme, soy el último". 
Pero ya vendrán las navidades... y no creo que Abuela Meme me restringa las gambas.

Próximamente: Victoria y el jamón serrano

Así pues la semana con mis padres fue bastante bien, pudieron finalmente verificar que estoy en buen estado, que no vivo en un sitio tan malo y que en definitiva estoy bien arropada por gente que tengo cerca. La visita de mis padres fue un gran acontecimiento, ya que mi madre quiso hacer una paella (valiente ella) para las chicas de la residencia, así que tuvimos un día de convivencia alrededor de una súper-sartén del Auchán.


Creo que puedo afirmar que Carmen disfrutó como una enana en el Musé d'Orsay, en el que pasamos unas 6 horas, que resumiendo, fueron una continua conversación entre mi padre y ella sobre el arte que se expone allí, (y Victoria y Queta que a la cuarta hora ya suplicaban peleándose por el sillón que hay en medio en las salas). Aunque tengo que decir que la visita al museo estuvo genial, exceptuando la exposición temporal, que era una, en toda regla, una llamada a la alegoría del pene masculino, sino, Carmen y yo no nos explicamos el por qué de tanta muestra varonil.


Es más, Carmen sigue buscando desesperadamente por las calles parisinas al que escogieron como modelo para la publicidad de la exposición:



Pero todo lo bueno se acaba... y la semana después de esas maravillosas vacaciones venía la temida semana de mis primeros exámenes en la Sorbona, literatura inglesa, fonética inglesa, fonología y gramática. Estoy bastante orgullosa de poder contaros que al menos esos han salido muy bien, y que a pesar del nivel que tienen aquí, con trabajo y esfuerzo se pueden sacar las cosas. Vale, también tengo que decir que en gramática inglesa me he rascado un poco la barriga, ya que las nociones de sintaxis no eran más que una simple repetición de todo aquello que aprendimos con Mario en bachillerato. Mario, desde mi humilde blog te doy las gracias por habernos hecho hasta tener pesadillas con la sintaxis, ahora al menos en la Sorbona puedo reírme de los franceses (desde el amor y el cariño).

Reacción de Victoria al saber las notas

Eso sí, la dichosa asignatura de Retórica Francesa....
Desde aquí hago un llamamiento, aquel que tenga una máquina del tiempo, 
que vuelva al pasado y se cargue a Aristóteles.

Y aunque esa semana fuera dura... ¡hay recompensa! Ese fin de semana (del 8 al 10 de noviembre) realicé mi primer viaje dentro de Francia! Vale, tampoco es que fuera muy lejos, pero al menos salí de Île-de-France, y fui a un pequeño pueblo de la Bourgogne, Nevers. Todo esto gracias a Anaïs. Ni que decir tiene que fue un viaje perfecto, aunque cortito y que pude ver otro paisaje bastante diverso al que ya me voy acostumbrando. Unos paseos por las orillas del Loira, por el centro de la ciudad y sobre todo, conocer a muchos franceses y olvidarme incluso en algunos momentos de que mi verdadera lengua es el español.

Nevers

He aprovechado por cierto para sacarme la tarjeta joven de los trenes franceses, así que prepárense porque pienso convertirme en la nueva Willifog de la familia (aunque nunca superaré a mi Abuela Meme, que siempre está con la maleta en mano).

Victoria viajando en tren


Además, la semana pasado finalmente me dieron mi cuarto individual!

Palabras de mi abuela:
"Ahora te puedes tirar un peo cuando quieras"

¿Y París? ¡¿Qué pasa con París?!
En París hace ahora un frío... cómo decirlo, dificilillo de aguantar. Dentro de los edificios se está bien, pero sales a la calle y notas cómo te corta la cara y por primera vez en mi vida me han salido sabañones en los nudillos. Pero qué es esto?!



Besitos,
Victoria